Un monje a quien había ido a visitar su familia le pidió al abad quedarse con el bolígrafo que le habían regalado y éste le dijo que no. A lo que replicó: «Es que es un regalo». El abad le dijo: «Y si te hubieran regalado un elefante, ¿también lo meterías en la celda?».
[Cien elefantes danzan en tu corazón / y de mirarlos no puedes dejar, / aunque la celda vacía estuviere / lugar no habría para un borrón]
1 comentario:
Me da que esto puede ser la semilla de un nuevo libro, don Alfonso. Que Dios lo bendiga.
Publicar un comentario