lunes, 23 de marzo de 2020

Jn 5,1-3.5-16. Aunque te persigan







1Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, 3y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. [...] 5Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. 6Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: «¿Quieres quedar sano?». 7El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado». 8Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». 9Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, 10y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla». 11Él les contestó: «El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”». 12Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?». 13Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado. 14Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». 15Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. 16Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado. 


Aunque lo persigan por ello, Jesús hace el bien también en sábado y dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». Y nos lo dice a nosotros. Tomemos nuestra camilla y andemos, hagamos el bien también en tiempo de pandemia.

Los sanitarios hacen el bien, aunque corran riesgo de ser contagiados. Los policías, guardias civiles, militares... hacen el bien, aunque corran riesgo de ser contagiados. Los que trabajan en las redes de distribución, los camioneros llevando alimentos, mascarillas, etc. de un lugar a otro hacen el bien, aunque corran riesgo de ser contagiados. Quienes trabajan en los supermercados, farmacias, etc. hacen el bien, aunque corran riesgo de ser contagiados. Y mucha más gente hace el bien, aunque corra riesgo de ser contagiada.

¿Y los demás? Todos podemos hacer mucho bien en una pandemia. Para empezar, quedándonos en casa, tomando todas las medidas de precaución necesarias, cuidándonos y cuidando a los de alrededor. Aprovechando el tiempo para crecer interiormente y en amor a los demás. Tiempo para orar y ayunar por los que arriesgan su vida por nosotros.

Pero una pandemia, por mucha reclusión que haya, no es tiempo para dejar de ser ciudadanos. Hacer bien no es inhibirse de los problemas de la nación. Hacer bien es estar atentos a los gobernantes, también para vigilarlos y que no caigan en la tentación de abusar del poder o de la negligencia. Hacer bien es estar vigilantes a que nadie aproveche este tiempo para que nuestras libertades sean mermadas, especialmente para que no se cercenen los derechos de los más débiles. Tiempo para no ser tontos y no dejarse manipular por algunos medios de comunicación, para no tragarse los bulos y hacerlos circular. Tiempo para difundir la verdad, tiempo también para denunciar, si fuera necesario.

Tiempo para hacer el bien de otras muchas maneras. La enumeración podría ser inacabable. Hacer el bien aunque te persigan o te persiga una enfermedad... pero con las precauciones necesarias.

«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».

@GlosasM

1 comentario:

Giocondo dijo...

hola he vuelto .