sábado, 28 de marzo de 2020

Jn 7, 40-53. Ganar el relato






40Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». 41Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? 42¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». 43Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. 44Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. 45Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?». 46Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». 47Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? 48¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? 49Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos». 50Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: 51«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». 52Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». 53Y se volvieron cada uno a su casa.


En torno a Jesús hay personas que tienen interés en la verdad, que buscan sinceramente, que están abiertos a quién sea realmente. Pero también hay gente que está encerrada en su visión, en su interpretación de la realidad, más interesada en su ideología que en la verdad. Y éstos defienden su mundo a costa de lo que sea, sin importar hacer uso de lo que sea para construir un relato con el que dar apariencia de verdad y, a la par, que quede oculta bajo él la verdad.

En la pandemia, tenemos abiertos muchos frentes. El más urgente e inmediato es el sanitario, pero también están el económico y el político, incluso el geoestratégico. En cada uno de ellos, está en juego algo propio de él. En el primero, la cuestión es de vida o muerte; en lo económico, la vida de las familias de aquí en adelante, incluso su subsistencia; políticamente, las libertades; geoestratégicamente, acaso nos estemos jugando que la hegemonía pase a manos de una tiranía oriental. Pero, en todos ellos, también importan otras cosas, entre ellas, la verdad.

Siempre que se trata de la verdad se trata de Jesús, porque Él es la Verdad. Cuando se pretende ocultarla, se trata, en el fondo, de ocultarle a Él. Si se trata de ganar el relato, en vez de alcanzar la verdad, de lo que se está hablando es de inventar un cuento para que no se le vea a Él.

La lucha por la verdad, por que no se tergiverse, por tratar de que nuestros conciudadanos no sean engañados, el empeño y esfuerzo por sacar a la luz lo que otros tratan de ocultar es también situarse en la primera linea evangelizadora.

Quien trata de manipular, quien procura tergiversar, quien se empeña en distraer la mirada, en el fondo, aunque sea oscura e indiscernidamente, sabe que hay una verdad, sabe que «jamás ha hablado nadie como ese hombre», pero se resiste a renunciar a las posiciones que hasta ahora tenía, porque le aportan comodidad, porque no quiere perder esa ventaja que cree tener o incluso quiere obtener más.

Querer la verdad es querer buscarla desnudamente y darla.

@GlosasM

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