lunes, 18 de mayo de 2020

Regreso




Después de más de dos meses, en Madrid, vuelven las celebraciones de la Eucaristía a puerta abierta; eso sí, con restricciones. Solamente un 30% del aforo de los templos y, cómo no, llevando a cabo todas las medidas sanitarias pertinentes.

De modo que los fieles, aunque sea a cuenta gotas, podrán comulgar por Pascua, sacramentalmente  podrán participar del misterio de la muerte y resurrección de Jesús, aunque unidos por el bautismo ya estaban a su misterio pascual.

¿Qué nos dirá el encontrarnos de nuevo con los sacramentos? ¿De qué nos hablará el re-encuentro con la comunidad de hermanos en la fe? ¿Qué será para nuestra vida de fe? ¿Cuál será el impacto en nosotros del paso de lo virtual a lo real, de la lejanía a la cercanía, aunque sea limitada? En cualquier caso, una ocasión para la verdad y para crecer en amor, para continuar el diálogo con Dios, en un escenario nuevo y, a la par, antiguo, en el caminar, que es nuestra vida. 

4 comentarios:

Giocondo dijo...

LA GENTE SE AGOLPA EN LA PUERTA DEL TEMPLO TRAS DOS MESES SIN MISA.

Anónimo dijo...

¿Y la comunión? ¿Cómo tomar la comunión? Se habla de que no podrá ser en la boca. No se entiende nada.

Alfonso Gª. Nuño dijo...

Lo de la comunión depende del punto del planeta en que cada uno esté. Lo que hay que estar es pendiente de las directrices de cada diócesis y parroquia. Lo recomendable es visitar la página web de la diócesis de cada uno y la de su parroquia; hoy en día muchas parroquias la tienen. Por otra parte, los párrocos u otro sacerdote, en cada celebración, recordarán lo que haya que hacer.
Con independencia de las normas sanitarias que habrá que cumplir, sobre esto, no obstante diré que la caridad y el 5º mandamiento, que nos obliga a velar por la vida de los demás y la propia, están por encima de la devoción personal. Comulgar en la mano ni es pecado ni es irreverente, la Iglesia no puede permitir ni pecados ni irreverencias.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su respuesta que además es muy clara.