miércoles, 9 de noviembre de 2016

Manual de Metafísica y teoría del conocimiento

Acaba de salir publicado un sencillo manual de Metafísica y teoría del conocimiento que me pidieron escribir. Os copio la introducción del mismo.




INTRODUCCIÓN GENERAL

A mi querido y fraterno amigo Ángel Cartón Lapuente. 

 «En una época en la que la mayor parte de los hombres parece estar de acuerdo en convertir la lectura en una diversión y en rechazar todo lo que requiere algún grado considerable de atención para ser comprendido» (D. Hume). 


Nuestra asignatura de Metafísica y Teoría del conocimiento se plantea tres grandes objetivos. En primer lugar, por medio del ejercicio del pensamiento filosófico que se llevará a cabo con el mismo estudio de la problemática objeto de nuestra asignatura, el alumno tendrá una iniciación a un modo de mirar la realidad y de emplear la razón que le son necesarios para el estudio de las asignaturas teológicas del grado en Ciencias Religiosas.

Pero además de esto, nuestra asignatura va a posibilitar, por un lado, un inicial dominio de los elementos fundamentales de la metafísica y, por tanto, de aquellos conceptos más imprescindibles para el estudio de la teología. Por otro, también se adquirirá la familiaridad suficiente con lo concerniente al conocimiento humano, lo cual es imprescindible para un adecuado ejercicio del saber teológico.

Para alcanzar estos objetivos, la asignatura está dividida, con diferente extensión, en dos partes, como el nombre de la misma indica: la primera está dedicada a la Metafísica y la segunda a la Teoría del conocimiento.

En lo que a la parte metafísica respecta, la misma está compuesta por los trece primeros temas del total de veinte, que, a su vez, quedan agrupados en cuatro unidades didácticas: “La Metafísica”, “El ente y su estructura”, “Propiedades trascendentales” y “La causalidad”.

La primera de las unidades didácticas, “La Metafísica”, de modo excepcional, consta solamente de un tema. El objetivo del mismo es tener una primera idea de la filosofía y, en ella, de la metafísica, así como su relación con la teología.

La segunda unidad didáctica, “El ente y su estructura”, es la más extensa de todas, pues está compuesta por cinco temas. En ellos, se trata sobre qué sea el ente, los distintos tipos de entes que hay, así como los principios constitutivos de los mismos.

Mientras que en la segunda unidad didáctica nos ocupamos del orden categorial, en la tercera, “Propiedades trascendentales”, nos interesamos por el orden trascendental desde el séptimo al noveno de los temas. En ellos, veremos en un primer momento las propiedades que todos los entes tienen en tanto que entes y posteriormente de manera pormenorizada cada una de ellas.

La parte metafísica la terminaremos con la cuarta unidad didáctica, “La causalidad”, a la cual dedicaremos cuatro temas. En ellos, tendremos primero una visión general de la causalidad, para tratar posteriormente, con algún detenimiento, de cada uno de los diferentes tipos de causa. Por último, tendremos un tema dedicado al último principio de la realidad; desde la perspectiva de la causalidad, en él, nos preguntaremos, en perspectiva filosófica, si hay Dios y cómo es el Dios que hay.

La segunda parte, la dedicada a la Teoría del conocimiento, consta de siete temas que vienen agrupados en tres unidades didácticas: “Filosofía del conocimiento”, “El conocimiento” y “La verdad”.

A esta parte de la asignatura, damos comienzo con una unidad didáctica, la quinta, “Filosofía del conocimiento”, que nos ocupará dos temas y que tendrá una finalidad similar a la primera dedicada a la metafísica. En ella, buscaremos tener un conocimiento general de lo que sea la teoría del conocimiento, así como las principales tomas de postura que sobre ella se han dado a lo largo de la historia.

La sexta unidad didáctica, “El conocimiento”, está constituida por tres temas. En ella, se ve en primer lugar qué sea el acto de conocimiento y luego los distintos tipos de conocimiento.

La asignatura se corona con la séptima unidad didáctica, “La verdad”. Con solo dos temas, en ella veremos en primer lugar la verdad en sí misma y, por último, cómo estamos ante ella; por ello, trataremos de la certeza, la opinión, la duda, la fe y también del error.

La parte dedicada a la Metafísica será de especial importancia para la preparación y comprensión de aquellas asignaturas de carácter dogmático, de manera especial todo lo referente a la Cristología y a la Trinidad, así como para el estudio de los Sacramentos y la Moral. Lo tratado en la parte que dedicamos a la Teoría del conocimiento será también un atrio adecuado para la Teología fundamental, así como para la exégesis bíblica.

Para alcanzar estos objetivos, el presente manual de Metafísica y Teoría del conocimiento ha sido elaborado tomando en consideración dos criterios principales. Además de la materia de que se trata, se ha tenido presente que es una asignatura en el contexto de unos estudios de Ciencias Religiosas y que los mismos los lleva a cabo el alumno no en el clásico modo presencial, sino a distancia.

Tanto en los estudios de filosofía como en los de teología, la Teoría del conocimiento y la Metafísica suelen impartirse, en las respectivas facultades universitarias, como dos materias independientes. En nuestro caso, aparecen presentadas conjuntamente, lo que ofrece la ventaja de apreciar más claramente cómo se reclaman la una a la otra, así como el peso jerárquico de una respecto de la otra.

Así pues, el alumno no solamente va a poder iniciarse en el conocimiento de lo que es en tanto que es, lo propio de la metafísica, sino también en qué sea conocer y cómo tiene su centro precisamente en el ser. El manual será una ayuda, por tanto, para adentrarse en lo más radical de la realidad y en cómo la conocemos.

La extensión de la asignatura en el plan de estudios, así como el hecho de que lo sea de los estudios de Ciencias Religiosas, ha llevado, a una opción fundamental, la de hacer la exposición en una línea no personal, sino de corte aristotélico-tomista. Por otra parte, haber expuesto distintas corriente filosóficas o bien habría desbordado los límites de extensión del manual o bien, por la brevedad que habría que haber dado a cada corriente, la exposición habría resultado confusa o excesivamente superficial.

El haber optado por dar prioridad a una línea filosófica concreta ha venido motivado por ser la que se ha considerado que pueda facilitar más al alumno el estudio de las asignaturas de carácter propiamente teológico del grado. En teología, no se puede prescindir de la filosofía y de la comprensión que desde ella se tiene de la realidad, pero además, en no pequeña medida, aunque no exclusivamente ni mucho menos, la teología se ha pensado en categorías aristotélico-tomistas.

La exposición de las distintas cuestiones que se tratan se ha hecho considerando, como ya se ha indicado, el contexto general de los estudios que se llevan a cabo y que éstos se realizan a distancia. Por ello, se ha intentado una exposición lo más clara y directa posible, yendo a lo principal de cada cuestión y procurando ilustrar los distintos temas con ejemplos vivos, algunos sencillos dibujos, así como pequeños esquemas.

La exposición directa de las cuestiones tratadas y el deseo de claridad ha llevado a prescindir de las notas y citas en el cuerpo de cada tema. No obstante, además de las referencias bibliográficas básicas para ampliar o aclarar lo visto en cada tema, cada uno de ellos se ha enriquecido con una selección de textos de filósofos, sobre todo, por la opción señalada, de Aristóteles y Sto. Tomás. Mejor que cualquier exposición que un profesor pueda hacer es el encuentro directo con los grandes maestros de la historia de la filosofía. Ciertamente será conveniente el estudio de la explicación pre- via de las cuestiones, lo que es el cuerpo central de cada tema, pero la lectura de los textos seleccionados, aunque necesite de esa primera aproximación, se antoja imprescindible.

Junto a esto, antes de empezar la exposición de las unidades didácticas, ponemos a disposición del alumno una bibliografía elemental de algunas obras que se pueden consultar para aclarar alguna cuestión de las que se traten o ampliarlas, así como para poder empezar a satisfacer la querencia por la sabiduría que un breve manual no puede saciar.

Además, para facilitar tanto la comprensión de los temas como su estudio, el alumno tiene a su disposición un glosario. Éste se ha confeccionado a base de citas de otros autores para enriquecimiento del estudiante, pues así puede encontrar expresado con otro estilo y modo lo ya visto en el tema. Al final de cada tema, se indican los conceptos más relevantes del mismo que pueden encon- trarse en el glosario.

Por último, señalar que tanto los ejercicios de auto-comprobación como las actividades son herramientas que pueden ayudar al estudiante no solamente a asimilar la materia, sino también a tener de ella una mejor comprensión. El tipo de actividades, por lo general, es el mismo en todos los temas, sin perjuicio de lo específico de cada uno, y cada actividad pretende que lo tratado sea abordado no sólo desde una perspectiva diferente a la propia de la lectura del manual, sino también desde perspectivas distintas entre sí. Por ello, es muy recomendable dedicarles tiempo.

En cualquier caso, lo más importante es siempre la actitud y determinación del alumno, que no pueden ser sino la búsqueda de la verdad.

sábado, 17 de septiembre de 2016

martes, 26 de julio de 2016

Luz y cosas

Sin intenso olor de tilos,
ni vibrante de amapolas rojo,
sin mí.
Sólo la luz que calla,
unas cosas.

viernes, 20 de mayo de 2016

Amor de tío


Ésta es la portada del libro Somos familia. En él colaboramos varios profesores de filosofía. Mi ensayo es sobre los tíos y se titula "Amor de tío".

jueves, 14 de enero de 2016