sábado, 31 de diciembre de 2022

En torno a Benedicto XVI

Como reconocimiento al gran Benedicto XVI, voy a copiar enlaces que remiten a algunos artículos que publiqué en prensa digital durante su pontificado. Que Dios lo tenga en su gloria.

https://www.libertaddigital.com/opinion/2005-04-20/alfonso-garcia-nuno-y-salio-benedicto-xvi-5205632/

https://www.libertaddigital.com/opinion/iglesia/quien-ha-elegido-al-papa-1276229984.html

https://www.libertaddigital.com/opinion/libros/si-el-libro-es-de-ratzinger-nunca-es-tarde-1276233733.html

https://www.libertaddigital.com/opinion/libros/ratzinger-cabalga-de-nuevo-1276238819.html

https://www.libertaddigital.com/opinion/libros/una-entrevista-a-benedicto-xvi-1276238434.html






 

lunes, 28 de noviembre de 2022

domingo, 13 de noviembre de 2022

Apotegmas de los padres del cemento (4)

En cierta ocasión, un maestro de novicios mando a uno a ayudar en la cocina. Aquel día el monje encargado de ésta estaba preparando una sopa de cebolla. Indicando el montón, le dijo al novicio que las picara. Éste, que no había cocinado en su vida, le preguntó cómo se hacía. El viejo monje le dijo: «Limítate a picar. El resultado déjalo en manos de Dios».

martes, 1 de noviembre de 2022

Apotegmas de los padres del cemento (3)

Un abad, con buen criterio, trató de convencer a un monje para que fuera al psicólogo. Éste, durante algún tiempo, se resistió, pero finalmente fue. Cuando el psicólogo le dijo que sufría un trastorno narcisista de la personalidad, se entristeció, porque él quería amar a los demás. Tras un silencio, dijo: «Dios quiera que en el cielo haya también un rinconcito para los narcisistas».

domingo, 23 de octubre de 2022

Apotegmas de los padres del cemento (2)

Un maestro preguntó un día a los novicios cuál era la distancia más larga que tendrían que recorrer en el monasterio a lo largo de su vida. Cada uno probó con algún recorrido y ninguno acertó. El maestro les dijo: «La que hay en el templo entre el fariseo y el publicano».

viernes, 7 de octubre de 2022

Apotegmas de los padres del cemento (1)

Un monje a quien había ido a visitar su familia le pidió al abad quedarse con el bolígrafo que le habían regalado y éste le dijo que no. A lo que replicó: «Es que es un regalo». El abad le dijo: «Y si te hubieran regalado un elefante, ¿también lo meterías en la celda?».


[Cien elefantes danzan en tu corazón / y de mirarlos no puedes dejar, / aunque la celda vacía estuviere / lugar no habría para un borrón]


domingo, 24 de julio de 2022

Sobre el libro “Ejercicios de contemplación” de F. Jalics


No voy a entrar en detalle en la crítica de este libro. Son unos cuantos los puntos que, a mi parecer, habría que matizar e incluso corregir. Me centraré en uno por la importancia que en sí tiene y por el papel que juega en toda la obra. Con esto, me parece suficiente para no recomendar la lectura de este libro a personas que, por no tener una formación teológica mínima, no pueden separar fácilmente la paja del grano. 


Dice el autor: «¿En qué consiste este lado oscuro del hombre? Se nos manifiesta en forma de sentimientos negativos crónicos, tales como insatisfacción, inseguridad desilusión, estrés, sentimientos de inferioridad, culpa, indiferencia, celos, autocompasión y muchos otros» (p. 143). Y un poco más adelante dice: «Estos aspectos sombríos arraigados en nuestro interior son lo que la Iglesia denomina “pecado original”» (p. 144).


Lo que dice el n. 405 del Catecismo de la Iglesia Católica, remitiéndose al Concilio de Trento, es esto: «Aunque propio de cada uno (cf. DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado (esta inclinación al mal es llamada "concupiscencia"). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual».


Juzgue el lector por sí mismo.


Es una lástima que un libro en el que hay cosas valiosas esté lastrado por una teología insuficiente.