domingo, 24 de junio de 2012

I – Tipos de monjes (2)


Ya avanzada la Regla, en el capítulo LVIII –si Dios quiere, ya habrá ocasión de leerlo con alguna atención–, se dice que, a quien llama al monasterio con el deseo de llegar a ser monje, se le deje bien claro desde el principio qué se va a encontrar y se le dé a leer en integridad este pequeño libro que andamos comentando. S. Benito está interesado en la verdad y en la verdad de vida, en la autenticidad, ha de estarse desde el primer momento.

Un compromiso no es una hoja en blanco, por mucho que sea imposible prever los detalles con que la vida nos vaya sorprendiendo. Pero no se trata de predecir y aceptar una biografía, sino de comprometerse con un modo de vida desde el que quedará configurada una personalidad. El monasterio no es una secta y, por ello, el gran maestro de monjes quiere que se sepan, desde un primer momento, todas las reglas del juego. Las situaciones que se presenten en el futuro serán muy variadas, impredecibles, pero habrá que jugarlas de una determinada manera. Siendo el sentido de la vida del monje uno, en cada momento ha de encontrar el sentido que le demande cada situación en orden a ese fin y habrá de hacerlo conforme a un modo de vida.

Otro tanto cabría decir de quien llama a las puertas de la Iglesia queriendo ser cristiano. Se trata de un modo de vida y, al que se acerca, aunque la iniciación cristiana o el reencuentro con la fe de un bautismo olvidado lleven tiempo, desde un primer momento ha de tener claro cómo viven los que con Jesús quieren vivir.

Ese postulante que ha llamado al monasterio y ha dicho «Amén» al concluir el prólogo con lo primero que se encuentra es con un capítulo en que se habla de que hay diversas clases de monjes... e incluso de pseudo-monjes.

La vida monástica no es algo exclusivo del cristianismo. Todos los hombres tienen apetito de divinidad y algunos, en lugar de saciarlo con cualquier sucedáneo o tratar de acallarlo, buscan por todos los medios, sobre todo los ascéticos, encontrar la verdad de su vida y realizarla. Tras el prólogo es claro lo propio del cristianismo y del monacato cristiano. Solamente hay una fuente de agua viva: Jesucristo; y la ascética no es un simple despliegue de ingenio y esfuerzo humanos, sino que éstos nada más son fructíferos agraciadamente.

La palabra monje –del griego monachos, que viene del numeral monos y el sufijo multiplicativo -cho–, con el transfondo bíblico de la palabra hebrea jahid, en su gran riqueza semántica, nos habla de dos momentos de significación: por un lado, elegido, separado, célibe; por otro, unidad de mente, conducta y fin, de alguien unificado.

Aunque no todos estén llamados al celibato, el cristiano, respecto al mundo, sin dejar de estar en él, pero siendo extranjero en su propia tierra, es un elegido, alguien separado, y también alguien re-conciliado, unido de nuevo a Dios y, en esta comunión, alguien que puede vivir, lejos de la dispersión y división de Babel, en unidad interna y con toda la creación. El cristiano es, por ello, en cierto modo un monje seglar, en el siglo.

Pero nuestro postulante, que quiere ser monje, se encuentra, como decíamos, con que hay distintos tipos de monjes.

10 comentarios:

una madre agradecida dijo...

"... desde un primer momento ha de tener claro cómo viven los que con Jesús quieren vivir."
Sería muy provechoso que escribiera sobre este punto que, por obvio es práticamente desconocido, se confunde con algún tipo de filosofía, cumplimiento normas, asistencia a ritos ininteligibles...

RockyMarciano dijo...

Para una madre agradecida:

Una escuela del servicio divino (RB Pról. 45-50) - VII:

De ahí que la Regla de S. Benito pueda ser una fuente de inspiración también para aquellos que quieran vivir a pleno pulmón su identidad cristiana en el siglo. En realidad, no se trata de una especialización, no es cuestión de algo distinto, de una casta privilegiada, de un horizonte para unos poquitos. Más bien habría que ver esto a la inversa. El punto de medición no tendría que ser la mediocridad, la inercia, la desgana,…

una madre agradecida dijo...

Gracias Rocky Marciano,
Echo de menos en los púlpitos que se diga y repita una y otra vez que ser "cristiano de verdad" conlleva necesariamente renuncias a opciones que la sociedad acepta bajo el disfraz legal o de costumbre y que para un cristiano son y serán: adulterio, fornicación, sodomía, asesinato, mentira, robo, etc. Creo que las palabras son importantes, necesito aprender a llamar las cosas por su nombre y por esta necesidad mía es por lo que he pedido al dueño del blog, si fuera posible, ampliara.

RockyMarciano dijo...

De nada, Una madre agradecida.

Sobre lo que echas de menos en los púlpitos, puedes releer nuestros comentarios a la entrada

Una ecuación con tres incógnitas.

Si te refieres al púlpito desde el que hablan otros sacerdotes, no es don Alfonso la persona adecuada para recibir la queja. Si resultase que pones algún reparo a sus homilías, quizás sería preferible decírselo directamente.

Si, como parece, deseas que diga determinadas cosas en su blog, ya has ido viendo que la serie de la Regla de San Benito van en esa línea: que ser cristiano es algo muy serio, un verdadero combate. Desgraciadamente, la limitada producción del blog de un comentario a la semana implica que tardará cierto tiempo en llegar al final de la Regla. Pero ha ido sacando temas concretos de actualidad, algunos al hilo de artículos o recensiones publicadas en otro lugar.

No termino de entender lo de que necesitas "aprender a llamar las cosas por su nombre". En un comentario de dos frases has mencionado: "adulterio, fornicación, sodomía, asesinato, mentira, robo, etc.". Concretamente, ¿qué esperas de don Alfonso?

Un abrazo y que Dios bendiga a todos.

zaqueo dijo...

Rocky, recuerda el refrán: la curiosidad mató al gato.

Anónimo dijo...

El cristiano es, por ello, en cierto modo un monje seglar, en el siglo.
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Esto sí que me interesa particularmente, aunque será difícil llevar a cabo sin un Director Espiritual.

La foto no la comprendo...
¿ Es un muro de granito que nos impide ver a Dios, acaso hay que derribar con la ayuda de la fe y de la oración?

Enlace:
El paso del silencio,de un monasterio cisterciense.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=oSAzsGshhQc#!

Nerea.

MJ dijo...

Nerea, Madre Agradecida, Rocky...

Pues el tema que ya trataron aquí en el pasado..Parece que vuelve al ruedo... Yo, desde luego sigo con las mismas dudas...o mas
sobre los tipos de monjes que se ha hablado, pues sera que S. Benito tuvo mucha experiencia y sabia de que se hablaba..Pero aquella Edad Media suya distaba mucho de lo que hemos vivido en los ultimos agnos.

Vereis, y vais a disculparme, leyendo este post de hoy y comentarios, no he podido mas que recordar casos muy recientes como 'Los Legionarios' . No lo digo por mal rollo. Lo digo porque la vida cristiana , me parece a mi, que ha demostrado que puede funcionar aun en esas condiciones.

en fin, no se vosotros, yo por mi parte reconozco que lo que necesitamos muchos es una catequesis desde cero, nacer de nuevo.
despues, una guia espiritual, homolía, el mensaje real del Evangelio sin descafeinarlo ni dejarlo como el blandiblú. Pero antes una comunidad monastica unida. Eso es lo que cada vez yo encuentro mas desconcertante, pues donde en una latitud te dicen A en la otra te dicen B...Si Dios quiere que se sea ese 'alguien separado, y también alguien re-conciliado, unido de nuevo a Dios y, en esta comunión, alguien que puede vivir, lejos de la dispersión y división de Babel, en unidad interna y con toda la creación. El cristiano es, por ello, en cierto modo un monje seglar, en el siglo'.
dos debe ser el que elija quien va a ser Su cristiano..

Alfonso Gª. Nuño dijo...

En caso de duda entre A y B, acudir al Catecismo de la Iglesia Católica. Es posible que algunas veces uno descubra que es C.

RockyMarciano dijo...

El Catecismo de la Iglesia Católica está en línea en el sitio web del Vaticano:

Todos lo idiomas disponibles.

Catecismo completo en español.
Compendio en español.

Suele haber enlaces a las citas de otros documentos del magisterio, no así a la Sagrada Escritura, que está en varios idiomas en el sitio del Vaticano.

Yo suelo consultar la versión inglesa del catecismo, porque incluye las concordancias.

Es decir, que se muestra una lista de las apariciones de cada término en su contexto, por ejemplo, el capítulo primero con las concordancias activadas, permite hacer click en la palabra Desire (del epígrafe El deseo de Dios). Así aparece la lista de apariciones de la palabra desire (deseo) en su contexto, que pueden seguirse hacia el documento correspondiente.

La versión inglesa también trae las notas al pie con enlaces a la Sagrada Escritura (en inglés), que también tiene análisis de concordancias, a diferencia de la versión española.

No os canso más con los enlaces.

MJ dijo...

Gracias, yo tenia para consultar aquel catecismo YOUCAT de la JMJ, que tanto dio que hablar por estos lares, por eso que lo digo...
Es verdad, Don A, muchas veces era C.