sábado, 29 de noviembre de 2008

Salmo 101 (100) V



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Después del paréntesis de dos artículos, retomamos el comentario del salmo que vamos haciendo. Sí, en plural y no mayestático. La resonancia que hace en vosotros, en cuanto revierte en mí, no necesariamente sólo por los comentarios que podáis dejar, sino ante todo por la comunión de los santos, va tecleando también las palabras que se van escribiendo.

Nuestro rey ha hecho propósito de que nada malo e impuro entre en su reino y ahora, en los vv. 5-7, dirá quién puede estar en su cercanía, colaborando con él, y quién no. El que habla mal de otro a sus espaldas, el altivo, el soberbio, el traicionero y el mentiroso no deben formar parte de aquellos en quienes se va a apoyar para ejercer su soberanía. Por el contrario, serán los leales, los que van por el camino recto el objeto de su elección. El círculo más cercano a él tiene que participar de sus mismos propósitos. Él se ha mostrado leal a la alianza divinia, él quiere seguir ese camino que no es sino salir al encuentro de quien viene en su búsqueda.

Y, en nuestra vida, mil cosas están a nuestra disposición para colaborar en nuestro propósito de ejercer la realeza de la que participamos por el bautismo con la pureza de intención y lealtad del rey de nuestro salmo. En la medida que hayamos purificado nuestro corazón, en tanto en cuanto nuestro afecto esté atraído por el que viene y en todo esté preguntando por su venida, así sabrá discernir qué le puede servir y en qué medida para gobernar su mundo, el que cada uno de nosotros tiene.

Y, en el gobierno de la Iglesia, a la hora de la elección de las personas, cuánto habría que tener presente este salmo. Deseo inalcanzable, pues en esta tierra quienes trabajen en la viña del Señor serán pecadores; pero esto no nos debe llevar al conformismo, siempre habremos de buscar que la ambición, la soberbia y la mentira no hagan nido en la Iglesia, aunque sea inevitable que alguna vez se posen en sus ramas.

Pero nuestro rey es hombre de desmedidos propósitos. Ya lo hemos ido viendo y, en la elección de los próximos, no hace excepción. Su planes de gobierno exceden con mucho a sus posibilidades. ¿Cómo podrá descubrir lo que hay en el corazón de los hombres? Ahí solamente penetra la mirada de Dios, no es suficiente que el rey ideal sea solamente hijo de David.

Pero su preocupación no es solamente por los servidores próximos, sino también por los habitantes del país (v.8). Por la mañana, el momento habitual en la Biblia para emitir el juicio, el rey hará que los malvados desaparezcan de Jerusalén.

Nosotros no tenemos poder sobre la voluntad de los demás hombres que forman parte del mundo que cada uno de nosotros tiene y que, a su vez, tienen el suyo. El mal que hagan ellos es parte del suyo y no del nuestro, pues sobre él no tenemos dominio. Sobre el mal que hay en el propio sí tenemos responsabilidad; parte de ella será no proyectar luz sobre los demás para que puedan ver el mal en el suyo. Nuestra tarea será que nuestro mundo propio quede puro como el Templo.

Pero un reino así es algo lejos del alcance de ese rey, será para el Rey de la Jerusalén celeste: «Nada impuro podrá entrar en ella, ni tampoco entrarán los que hayan practicado la abominación y el engaño. Únicamente podrán entrar los que estén inscritos en el Libro de la Vida del Cordero» (Ap. 21,27). La Jerusalén celeste no necesitará un templo, pues todos participarán de la vida divina: «No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero» (Ap. 21,22).

Casi hemos terminado. Aún nos queda algo.

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12 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué tremenda responsabilidad es no proyectar esa luz sobre los demás para que puedan ver... para que yo pueda ver.
Es necesario ser muy humilde, ser como Jesús... ser Jesús.

Anónimo dijo...

Primera vez que entro en tu blog. Imagino que los salmos son lo que estudio Jesus en el "colegio"..parece que tu habrias sidos un buen maestro.. Ahora..imaginas a todo tipo de publico, no necesariamenta la "clase magistral" es el mejor metodo de enseñanza, ni siquiera en Internet..el hecho de que sea interactivo mola...
Voy a profundizar la lectura para ver si me viene algun comentario constructivo...

Maria Jose

Unknown dijo...

Desde luego, los Salmos son una maravilla, de gran fuerza plástica y poética.

Me gustaría que comentaras este:

¡Cuán grande es tu obra,
aunque escondido a la vista,
Oh, Dios Único junto a quien nadie existe!
Tú creaste la tierra según tu voluntad, tu sólo,
todos los hombres, todos los grandes y pequeños animales,
todas las cosas que hay sobre la tierra que caminan sobre sus piernas y
todo lo que vuela por medio de sus alas.

Los peces del río saltan ante ti,
tus rayos están en el centro del mar.
Tú, quien haces crecer la semilla dentro de las mujeres,
tú, quien creas las personas del esperma;
quien alimentas al hijo en el vientre de su madre,
quien calmas apagando sus lágrimas.
Nodriza en el vientre,
dador de aliento,
para animar todo lo que creas.
Cuando sale del vientre para respirar,
el día de su nacimiento
tú atiendes sus necesidades.
Cuando el pollo está en el huevo, piando dentro de la cáscara,
tú le das aliento dentro de ella para insuflarle vida;
cuando lo has terminado,
para que pueda romper el huevo,
sale de su interior,
para anunciar su terminación,
caminando sobre sus dos patas sale de él.

Tú pones a cada hombre en su lugar,
tú satisfaces sus necesidades,
cada uno tiene su alimento,
calculas la duración de sus vidas.

Tú estás en mi corazón,
no hay nadie que te conozca,
excepto tu Hijo, a quien has mostrado tus sendas y tu poder.

¡Cuán excelentes son tus obras, Oh, Señor de eternidad!

Alfonso Gª. Nuño dijo...

En principio, a la hora de comentar salmos, daré prioridad a los bíblicos, es decir, a los que son palabra humana y divina. Sobre este texto, cuando haya ocasión de tratar el Sal 104 (103) quedará espejado sobradamente. De momento estas palabras de Mt 11,27: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre ni al Padre lo conoce nadie sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo".
Lo de Palladio me despierta resonancias monásticas que te he de agradecer.

Palladio dijo...

Esperaré entonces con impaciencia a que llegue el momento del comentario al Salmo 104 (103) que ojalá incluya la clave para discernir entre esos salmos que según tú sí incluyen palabra divina y humana (los bíblicos) frente a los demás que no lo hacen (¿contienen sólo palabra humana?, ¿sólo divina? ¿algún otro tipo de palabra tal vez? ¿cuál es el criterio taxonómico de las palabras y/o divinas?).

Eso sí, mientras tanto, me gustaría pedirte la ampliación de un punto de tu comentario sobre el Salmo 101 (100) pero, si te parece, lo hare en una nueva entrada.

PD.: Por cierto, aunque el Escorial tenga influencias de ese gran arquitecto, Palladio, yo he escogido ese seudónimo inspirándome no en la vida monacal sino en Pallas Atenea, la joven diosa de la sabiduría que viste armadura y porta jabalina para expresar que la inteligencia ha de estar siempre en guardia para no ser asequible a falacias, patrañas y cuentos de viejas.

Palladio dijo...

Como te decía en la entrada anterior, quiero que me aclares un aspecto de este salmo sobre el que has pasado de puntillas y que me inquieta mucho.

Me refiero a la última parte del “programa de gobierno” de ese rey-juez:

“Hago desaparecer día tras día 
a los malvados del país, 
para extirpar de la Ciudad del Señor 
a todos los que hacen el mal”

¿No te parece un poquito radical la cosa? ¿De verdad es ese el criterio de justicia que el Dios del Amor propone a su rey-juez para con su pueblo “escogido”? ¿La sistemática y diaria purga? ¿La fulminante desaparición y extirpación del “malvado”?

Me escandaliza la tranquilidad con la que aceptas esta tesis en tu comentario y me sorprende la falta de deseo de profundizar en lo que este programa de gobierno sin duda habría de suponer en realidad para los súbditos de este riguroso gobernante (trasunto como indicas en la primera de tus entradas de Cristo Rey) y que –naturalmente– solo puede ser el exilio o la muerte. La eliminación del disidente como política de estado.

¿Es esto correcto? ¿Se alinea el Dios del Antiguo Testamento con Hitler, Stalin y Pol Pot? Bueno, a raiz de la cantidad de episodios de exterminio y genocidio de que es protagonista en innumerables pasajes de la Biblia, parece que no cabe siquiera la más minima duda, pero… ¿cómo se compadece esto con su autoproclamada Infinita Bondad y Misericordia? ¿Estamos en presencia del “double talk” orwelliano o hay algún otro “misterio” que incluir en la lista? Explícamelo, por favor.

Por otro lado, yendo ahora a la cuestión transpositiva de las enseñanzas de este salmo a la Iglesia y a nuestras propias vidas, ¿es esa la política que debe practicar la Iglesia? ¿La extirpación del “malvado” de su seno? ¿No habíamos quedado en que la Santa Madre Iglesia es el paradigma de la acogida amorosa, como sin duda la curvada línea en abrazo abierto de la columnata de Bernini del Vaticano quiere significar? ¿De nuevo “double talk”, o más bien “misterio”?

¿Y en cuanto a nuestras propias vidas? ¿También extirpamos al “malvado” abominable de nuestro entorno? Por otro lado, ¿quién es ese “malvado”? ¿Dónde está la abominación? ¿Qué criterios hay para ayudar o para abandonar? ¿No fue abominablemente malvado el rey David, supuesto autor de este salmo, al mandar a morir al frente al hitita Urias después de haberse acostado con su mujer y dejarla embarazada?

¿No debería David, el severo rey-juez, haberse auto extirpado de la Ciudad de Jehová?
¿Cuál es la enseñanza del salmo en este sentido?

Aunque ya sé que es corriente salirse por la tangente en estos casos de tener que abordar preguntas directas y aceradas, te rogaría respuestas adecuadamente matizadas que vayan al fondo de todas estas cuestiones… a menos que hayas montado el blog para tener un escenario más en el que desplegar la autocomplacencia. Muchas gracias.

Beatriz dijo...

Interesante debate el suscitado por Palladio, aunque el hecho de asimilar la extirpación del mal con el genocidio, parece obviar la posibilidad de la "conversión", concepto que es fundamental para entender tanto el antiguo como el nuevo testamento, en mi modesta opinión. No hay genocidios ni exterminios puesto que todos estamos invitados a convertirnos. La conversión siempre se inicia desde nuesto interior, es un acto de libertad, y mediante ella alcanzamos el perdón de Dios y esto es efectivamente un trabajo diario. "Diario", entiendo obedece más al concepto de "cotidiano" que de "sistematico" como dice Palladio.
Gracias Alfonso por darnos esta posibilidad de reflexionar cotidianamente y adentrarnos en el conocimiento de Dios y espero que esta sea una buena plataforma para el diálogo sincero.

Palladio dijo...

Gracias por tus amables comentarios, Beatriz.

Desde luego el Dios del Antiguo Testamento es el protagonista de actuaciones claramente genocidas en multitud de casos. No es una cuestión controvertida, simplemente es una constatación directa que viene de la lectura de la Biblia y que todo el mundo puede hacer. Aqui la cuestión clave es que Alfonso o alguien docto como él en estas cuestiones explique cómo es posible que estas incitaciones a la masacre sean compatibles con el mensaje de amor y paz, cómo pueden ser esto Palabra de Dios. Y creo que es algo perfectamente relevante al hilo del comentario sobre el salmo 101, puesto que trata del programa de gobierno de un rey contemporáneo de todos estos genocidios.

Por ejemplo, uno de los más repugnantes es el que se relata en el capítulo 31 del Libro de los Números donde Moisés, el mismo que antes habia bajado del Sinaí con las Tablas de la Ley (¿no matarás?) lidera una masacre contra los madianitas y supervisa con toda diligencia que no dejen a ninguna mujer con vida, aunque a las vírgenes les reserva la esclavitud o el concubinato:

31:1 Jehová habló a Moisés, diciendo:
31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.

31:9 Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes,
31:10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
31:11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias.

31:14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
31:15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?
31:16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
31:17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños y a toda mujer que haya conocido varón carnalmente matadla también.
31:18 Pero dejad con vida para vosotros a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido varón.

Leyendo este tipo de textos bíblicos uno puede comprender porqué la Iglesia hasta Lutero no deseaba que los fieles tuvieran acceso a la Biblia. Y también porqué el protestantismo puede llegar a ser tan despiadado.

¿Se puede esto explicar por "la mentalidad" de la época? ¿No debería estar Dios fuera del influjo de las mentalidades? ¿ O es que patrocina estas atrocidades en aras a la pervivencia del pueblo escogido y del mensaje que ha de venir? ¿Es este el nacimiento de la razón de estado?

Me encantaría un debate en serio sobre estas cuestiones que incluya la postura exegética oficial, si existe, de la Iglesia sobre este tipo de textos.

Gracias, un saludo.

Alfonso Gª. Nuño dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alfonso Gª. Nuño dijo...

[Como no sabía corregir unas erratas de la entrada que hice la eliminé. Si alguien sabe cómo hacerlo sin recurrir a este método tan drástico que me lo indique, por favor]

El debate que deseas, querido Palladio, me parece muy interesante y entre líneas han aparecido y lo están haciendo muchas cosas. Ciertamente es una cuestión central y que apareció en la antigüedad con fuerza en los marcionitas. Ahora simplemente voy a apuntar algunas claves:

- La primera, nos la da 1Cor 10, 6: "Estas cosas sucedieron en figura (typos)". Sobre esta palabrita griega pivotará, en gran medida, la exégesis patrística.

- La reflexión medieval, apoyada en la de los Santos Padres, queda sintetizada en el dístico de Agustín de Dacia: "Littera gesta docet, quid credas allegoria, / moralis quid agas, quo tendas anagogia". Dos sentidos, por tanto, uno literal, que es cognoscible por el entendimiento. Uno espiritual, que es tridimensional. El sentido alegórico hace referencia a la fe, el moral o tropológico a la caridad y el anagógico a la esperanza; para el espiritual no basta lo meramente creatural. Pero el espiritual no puede prescindir del literal; dice Sto. Tomás: "Omnes sensus fundentur super litteralem".

- Sobre la postura exegética de la Iglesia me remito a la Dei Verbum.

Todo esto abre una serie de preguntas teológicas muy interesantes y a las que no se puede contestar apresuradamente. Pero estas cuestiones están muy presentes en cuanto hago. Radicalicemos, por tanto, el debate que pides, Palladio.

¿Qué es typos [como soy un inútil informático, no sé eso de los códigos HTML y me veo incapaz de usar cursiva]? ¿En qué consiste el hecho histórico? ¿Qué es la funcionalidad que hay en el ámbito de la Historia entre ésta y Dios? Además del ámbito de la Naturaleza y la Historia, ¿no habrá un tercero y, por consiguiente, otra funcionalidad? ¿Cómo se expresa literariamente, por tanto, en el nivel del logos sentiente lo que se aprehende, no ya en la inteligencia sentiente, sino en lo que provisionalmente podríamos llamar fe intelecto-sentiente? Etc.

Perdón por el modo un tanto pedantesco de expresarme. Todo esto lo tengo muy presente, vitalmente presente. Por eso es para mí una urgencia poder pensar el nodo que ligue todo esto. Pero la gravedad del tema nos invita a no apresurarnos. Por ello, caminaremos con morosidad y el que algo no sea dicho inmeditamente o explicitamente no quiere decir que sea olvidado o no se diga implícitamente.

En cualquier caso, de manera desnuda, que la verdad no necesita más defensa que ella misma. Por ello, lo que se dice no ha de ser sino una remisión a la realidad, aunque tratándose de las cosas divinas, mejor habría que decir al misterio; mejor que verdad real, en este caso, verdad mistérica. "Porque no el mucho saber harta y satisface el ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente" (S. Ignacio de Loyola).

Anónimo dijo...

Para Alfonso García Nuño:

En un artículo de la ayuda de Blogger dice:

It is not possible to edit comments. If you want to edit your own comment, you can simply delete it and then re-enter it with the changes. (However, the timestamp will be modified to reflect the time of the new comment.)

En este otro artículo se explican las etiquetas HTML más sencillas.

El texto en cursiva se introduce entre las etiquetas <i> y </i>.

Por cierto, para que en este mensaje aparezca <, he escrito &lt; y, para ver publicado >, hay que escribir &gt;.

Ya, ¿y para que aparezca el ampersand, &? Pues hay que escribir &amp;. Fácil, ¿no?

También puede usarse un editor de páginas web como Kompozer (open source, Windows, Linux, Mac) y pegar en la ventana de edición de comentarios el fragmento de código HTML pertinente: el situado entre <body> y </body>

Es evidente que escribir un comentario florido lleva su tiempo (Blogger no me ha dejado incluir imágenes, jopelines, ni justificar el texto). Sólo dan facilidades para editar entradas. Google debería recordar su propio lema: Don't be evil!

Que Dios bendiga al autor y los lectores del blog.

Alfonso Gª. Nuño dijo...

Gracias, Rockymarciano. Me has convencido. Las cosas de Dios, aunque sean sencillas, a veces son laboriosas. Y, cuando no hay tiempo para lo perfecto, hay que conformarse con lo bueno.