El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba tierra y sombras de muerte, y una luz les brillo. […] Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva a hombros el principado, y es su nombre: “Maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre de eternidad, Príncipe de la paz” (Is 9,1.5).
Que Dios nos conceda celebrar con gozo el nacimiento del Salvador y que derrame su bendición sobre nosotros el año que viene.
1 comentario:
"Cuando estaba esperando, llegaste Señor. ¡Te necesitaba en mi corazón!"
Feliz y Santa Noche de Navidad. Un abrazo
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