domingo, 10 de abril de 2011

Antífona de comunión DC-V.1 / Juan 11,26

El que está vivo y cree en mí no morirá para siempre –dice el Señor– (Jn 11,26).
¿Quién está vivo? Quien no ha sufrido la muerte biológica. Pero, al escuchar estas palabras de Jesús en el momento de la comunión, no podemos por menos de pensar en otro sentido de vida, pues a comulgar se acercan los que están vivos, los que tienen la vida del Espíritu, los que están en gracia. La vida es lo previo a cualquier acto y todo acto no es sino estar viviendo, es vivir la vida.

Todo ser vivo tiene un momento en su existencia, el primero, que es único e incomparable con los demás. Ese momento que hacia el pasado linda con su no-ser, ese momento que no tiene pasado, sino solamente presente y futuro. Atrás hay otro pasado biológico -cómo sea éste dependerá del tipo de ser vivo que sea-, pero ese pasado no es propiamente suyo, porque antes no era. Un instante misterioso en el que una realidad está constituida con todo para vivir y empieza a vivir con ese trans-currir al momento siguiente en el que ya habrá pasado, presente y futuro; en el que ese primer instante será pasado, pero no perderá nunca su singularidad, pues será lo único pretérito que no tenga tras de sí pasado. Presente en forma de pasado, siempre será último en cuanto pasado, siempre será patencia de finitud.

Análogamente ocurre con la participación en la vida divina; en todos nosotros hubo un primer momento único en el que solamente había presente y futuro en cuanto a esa vida, un instante en el que vemos que se trata de una nueva creación, que nos recrea, que nos pone, siendo para nosotros imposible, en ese momento. El que está en gracia, está vivo y vive viviendo esa vida, la que tiene gracias al Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos; tiene una fe viva y, ante la presencia del Cuerpo de Cristo, puede confesar su fe en que está ahí, que es verdaderamente su Cuerpo lo que parece pan. Creer es un acto en que se vive esa vida sobrenatural.

Confesar ese creer con el amén es confesar creer que es el pan que da vida eterna: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre" (Jn 6,51). Comer ese pan vivo bajado del cielo es vivir esa vida comiendo la Vida. Una vida que aquí, mientras somos peregrinos, tiene su cima en morir con Él en la cruz, en vivir el misterio pascual del que es memorial la Eucaristía. Vivir vida divina es dar la vida con Jesús, pues esa vida es amar divinamente.

Y quien muere con Cristo con Él resucitará.

[Un comentario a la antífona de entrada de este domingo lo encontráis AQUÍ]

8 comentarios:

nerea dijo...

Me encanta la fotografía, muy buena toma, acompaña a unas palabras de vida, los colores intensos de la luz y el sol tímido pero a vez dando vida a un cielo.
Cristo es nuestro sol y nos da la vida en la eucaristía.
De colores. Gracias.

MJ dijo...

Ah! la vaca es porque siempre pones tus fotos ??

Esta tambien, preciosa.

Alfonso Gª. Nuño dijo...

Lo de la vaca... y el ternero es por poner un poco de nivel materno a nuestra cultura de la muerte.

RockyMarciano dijo...

¡Qué curvado escribir, pluma,
escribes en dis-curriente
discurrir de recta frente
frente a Eucharistica Summa!

¡Patencia de finitud
en el momento primero:
cuando sales del tintero
no te curas en salud!

¿Va por la prosa o el verso?
¿Cúya es la limitación?
¿De marciano peleón
o de unamuniano terso?

nerea dijo...

¿De marciano peleón
o de unamuniano terso?
------------
Que buena, ja,ja,ja
Don Alfonso esto merece una respuesta.

MJ dijo...

Ah Vale, es que desde que vivo en la orbita ecologista
-defensora de los derechos de los animales
no puedo ser muy bromista
las no confusiones de especies
me partecen esenciales.
La cultura de la muerte
era para las vacas y terneros suerte
desde el hombre cazador
Yo me hago vegetariana
cuando sea menester

pero es que es la raza humana
lo que se/nos pueden/emos comer

Don Alfonso, por favor,
lo siguiente
una mujer
cuando vaya usted a nombrar
la cultura de la muerte

Alfonso Gª. Nuño dijo...

La próxima vez intentaré ser menos metafórico, pero lo que suelo hacer es servirme de lo que tengo a mano en ese momento. No obstante, en este mundo de literalidades objetivista-matemáticas, de vez en vez no está mal servirse de las figuras literarias, aunque sea transformadas en figuras fotográficas.

MJ dijo...

Ay, perdon, perdon perdon
no iba por ahi mi comentario (no iba con animo de critica), es que eso solo era una excusa , pues no encontraba otra 'musa' para unirme a la onda 'lirica' que empezo otro 'peleon'
lo siento de corazon.
que debo estar muy ociosa o un poco desesperada. Pero la cosa aclarada, que eso no era una disputa aunque si me lo preguntan prefiero a Teresa de Calcuta que a cualquier vaca sagrada.
pero este blog es tuyo y pones lo que te da la gana,
solo queria un poco de poesia
Cambiando de tema, y hablando de ' tias', que le digas a la tuya
que bien paseada que estuvo, ella, el otro día, en el colegio de Adam.
Y es que resulta que hicieron el Dia de España , llevó (Adam) el libro de Madrid que un dia nos regalaras. Las fotos interesaban, pero mucho mas el post-it, que es eta nota pegada, en su dia, que ponia: 'Un regalo de mi tia'.
Todo el mundo pregunto lo que decia, y que quien era la 'tia'