Alegraos en vuestra gloria, dando gracias a Dios, que os ha llamado al reino celestial. Aleluya (4 Esd 2,36s).Esta otra antífona de entrada de este domingo está tomada de la literatura intertestamentaria. Son pocos los casos en que las antífonas no estén tomadas de la Sagrada Escritura, uno de ellos es éste.
Nos pone en disposición hacia lo que es la Eucaristía. Asistir a ella es responder a la llamada al reino celestial, es vivirlo ya en esta vida, es estar en la gloria divina, por tanto, momento celebrativo y de alegría y lugar para la acción de gracias y la alabanza.
Dios quiere que seamos felices, que vivamos alegres, pero la alegría no es una finalidad directa, sino que es emanación de la que sí lo es. Dios nos ha creada para la divinización, es decir, nos llama a ella. Por eso, el mandamiento principal es el amor. Dios es amor y lo divino es amar. Estamos llamados al amor porque nuestra vocación es la filiación divina. Y, cuando esto es real en nuestra vida, entonces somos felices.
Todo lo cual es posible en la gloria de Cristo resucitado. Esa es nuestra gloria y, por ello, donde nuestra alegría es plena, donde los discípulos se llenan de dicha (cf. Jn 20,20). Y como tanto la llamada como la respuesta y realización de ella son un don de Dios, la alegría verdadera es pareja a la acción de gracias. Lo que nos trae la alegría no lo podemos conquistar, sino que se nos da para que vivamos la vida recibida.
"Hay más dicha en dar que en recibir" (Hch 20,35). Le damos a Él nuestra miseria y nos da su divinidad.
[Aquí tenéis un comentario a la Antífona de comunión]
Dios quiere que seamos felices, que vivamos alegres, pero la alegría no es una finalidad directa, sino que es emanación de la que sí lo es. Dios nos ha creada para la divinización, es decir, nos llama a ella. Por eso, el mandamiento principal es el amor. Dios es amor y lo divino es amar. Estamos llamados al amor porque nuestra vocación es la filiación divina. Y, cuando esto es real en nuestra vida, entonces somos felices.
Todo lo cual es posible en la gloria de Cristo resucitado. Esa es nuestra gloria y, por ello, donde nuestra alegría es plena, donde los discípulos se llenan de dicha (cf. Jn 20,20). Y como tanto la llamada como la respuesta y realización de ella son un don de Dios, la alegría verdadera es pareja a la acción de gracias. Lo que nos trae la alegría no lo podemos conquistar, sino que se nos da para que vivamos la vida recibida.
"Hay más dicha en dar que en recibir" (Hch 20,35). Le damos a Él nuestra miseria y nos da su divinidad.
[Aquí tenéis un comentario a la Antífona de comunión]
3 comentarios:
Hola a todos. El mensaje que traes es muy de alegria. Los milagros personales ocurren cada dia y son respuestas a nuestras oraciones.Ultimamente pienso que la Paz es el mejor milagro y aun asi existe. El papa viene a vernos a UK en septiembre y aqui un grupo de pirados planean 'detenerlo y procesarlo', bueno eso es lo que estan diciendo sin embargo que no cunda el panico sigue habiendo Paz y seguimos viviendo en cordialidad...y eso se lo debemos a Jesus
Gracias por tu mensaje Alfonso y por traernos la Alegria a traves del blog
Tranquila hermana, el Papa tiene inmunidad, lo que si que sabiduría ha tenido en declarar Año Sacerdotal, esta luchando contra el enemigo de este mundo, ánimo no temas dijo Juan Pablo II, los santos dicen cuando le das la cara al enemigo el enemigo hulle porque es cobarde y Benedicto esta dando la cara hasta dejarse la piel como Juan Pablo II,
Gracias por el don de la alegria, se puede estar alegres ante la adversidad.
Sabe Dios dónde estaremos cada uno de nosotros en Setiembre , deberíamos ir a apoyar al papá para dejar pasmao a los que van a detenerle ¡como SAulo! esperemos que surjan muchas conversiones en esta visita ,
POr cierto la foto de hoy es de portada de libro , ya sabe usted de cual
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