Me ha gustado mucho la reseña. No sé si llegaré a comprar el libro porque no leo mucho ensayo pero el tema ha sido de una inmensa actualidad. La Administración Bush rescató del pasado la definición de San Agustín de "guerra justa" para la guerra de Irak y eso suscitó una polémica filosófica que aquí en España ha pasado bastante desapercibida, hasta ahora. Saludos.
Los elementos fundamentales sobre la doctrina moral de la guerra justa los encontráis en C.E.C. n. 2309. Luego está el discernimiento de si un caso concreto se ajusta o no a esos principios, cual es el caso de Iraq u otros muchos. Pero, para ello, es menester tener claro cuáles son los parámetros morales y una buena información. Con todo, lo que no se puede juzgar es la moralidad de las personas concretas; eso es jurisdicción exclusiva de Dios.
[He eliminado los comentarios anteriores porque en el primero había una errata que corregía en el segundo, que, a su vez, no corregía otra cosa. Así que me ha parecido mejor hacer una nueva entrada]
"Se ha de presuponer, que todo buen christiano ha de ser más prompto a salvar la proposición del próximo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquira cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve". – San Ignacio de Loyola –
4 comentarios:
Me ha gustado mucho la reseña. No sé si llegaré a comprar el libro porque no leo mucho ensayo pero el tema ha sido de una inmensa actualidad. La Administración Bush rescató del pasado la definición de San Agustín de "guerra justa" para la guerra de Irak y eso suscitó una polémica filosófica que aquí en España ha pasado bastante desapercibida, hasta ahora.
Saludos.
Los elementos fundamentales sobre la doctrina moral de la guerra justa los encontráis en C.E.C. n. 2309. Luego está el discernimiento de si un caso concreto se ajusta o no a esos principios, cual es el caso de Iraq u otros muchos. Pero, para ello, es menester tener claro cuáles son los parámetros morales y una buena información. Con todo, lo que no se puede juzgar es la moralidad de las personas concretas; eso es jurisdicción exclusiva de Dios.
[He eliminado los comentarios anteriores porque en el primero había una errata que corregía en el segundo, que, a su vez, no corregía otra cosa. Así que me ha parecido mejor hacer una nueva entrada]
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