viernes, 6 de marzo de 2009

Incompatibles con la vida


Quería haber continuado con lo de "Las firmas de Europa Laica", pero el dolor me fuerza a cambiar de idea.

"Catorce semanas de aborto libre. Dos indicaciones con un plazo más largo, de 22 semanas: grave riesgo para la salud de la madre y riesgo de malformaciones fetales. Y un último supuesto: que el feto que va a nacer sea 'incompatible con la vida' ". Así sintetizaba el diario El País el macabro informe del "Ministerio de la Indiferencia". En el último supuesto, lo deseable, para algunos, sería que no hubiera límites.

Los cínicos suelen recurrir a los eufemismos, los hipócritas no. Estos se limitan a decir lo contrario de lo que piensan y sienten; no se toman la molestia de inventar un lenguaje, sencillamente parasitan el ya existente.

Pero, en los eufemismos -como interrupción del embarazo-, encontramos claves de lo que se intenta, porque "indican lo que denotan". Hay seres humanos, por tanto, que son incompatibles con la vida. Pero, ¿qué vida?

La vida no es un abstracto que tenga realidad propia, lo que hay son seres vivientes y no tienen que ser compatibles con la vida, simplemente viven y finalmente mueren.; todos, también los sanos acaban falleciendo. Pero en español tenemos la misma palabra para dos vidas distintas. La vida biológica y otra vida.

Todas las cosas reales son activas, pero las realidades vivas además actúan para algo, para continuar siendo reales, obran en vista de su propia sustantividad. En esto, el hombre no hace excepción. Y, al igual que los demás seres vivos, al final también muere. Pero hay al parecer, según la información a la que remitimos, algunas malformaciones "que no son compatibles con una vida digna". ¿Y cuál es el límite entre vida digna e indigna? ¿Hay una gradación o es un sistema binario 0/1?

Si es una gradación quiere decir que, cuanto más sano, según criterios médicos, esté uno, la vida será más digna. Conforme vaya uno envejeciendo o enfermando, su vida será menos digna y además se acercará a la muerte o a la incompatibilidad con la vida, si se prefiere. ¿Pero está la dignidad en la vida biológica?

También hablamos de vida en otro sentido al biológico. A diferencia de los demás vivientes, el hombre, además de actuar con vistas a mantener su sustantividad, trasciende esa finalidad y actúa con vistas a... Cada quien puede elegir su fin, aunque no sea indiferente el que se elija. Y así oímos decir que mi vida es el cine, el fútbol, la fama, la ciencia, mi familia... o Dios. Y ésta es para el hombre la auténtica vida, de modo que incluso puede llegar a sacrificar la biológica por esa finalidad para la que vive y da contenido y sentido a su vida.

Y aquí creo que está la clave del eufemismo. Esas criaturas con deformaciones son incompatible con la vida, ¿pero de quién? De aquél cuya finalidad se vea frustrada por el sufrimiento, por tener que cuidar a alguien con graves taras, etc. Estos niños nos recuerdan continuamente lo absurdo de muchas vidas, de muchas finalidades, de muchos supuestos sentidos que no son sino un sinsentido. Y, claro, son incompatibles con la falsedad e inconsistencia de algunas vidas.

Esos inocentes niños son incompatibles con vidas así construidas y yo, sinceramente, quiero -amando cada vez más a esas personas- ser también incompatible con esas vidas.

5 comentarios:

Giocondo dijo...

Incompatible con la Vida , sólo lo sería un feto que ya hubiese muerto en ese caso ya su vida dentro se habría extinguido . Lo demás qué puedo añadir , gracias por tu artículo

Anónimo dijo...

Es decir, ese nuevo eufemismo que se han inventado estos (¡no ganamos para sustos) es que hay seres humanos que no son compatibles con la vida.
Con la vida, se refiere con el ritmo de vida de las sociedad actual en general, y con la vida de sus progenitores en particular.
(si lo he entendido bien)

¡ozu¡ que sofisticado y que absurdo a la vez.
Es decir, que somos una sociedad de sota, caballo y rey, y no me cambies el ritmo, porque no me adapto. Totalmente cuadriculados.

En realidad esto es totalmente coherente con lo que es el aborto.
Es una solución nada creativa. Aqui te cojo, aqui te mato.

Brutal, impropia de un médico que conoce en profundidad la complejidad de la fecundación y el desarrollo embrionario...

es que no se que decir.

Anónimo dijo...

"... son incompatibles con la falsedad e inconsistencia de algunas vidas."

Esos niños son siempre un interrogante para nuestras vidas y, como tenemos miedo, no queremos entrar por un camino que no sabemos bien donde nos lleva aunque intuimos.

¿A cuantos "niños" he abortado yo, por no considerarlos dignos de una sonrisa, una mirada,...?

Anónimo dijo...

En 1982 Josette Perruche estaba embarazada cuando su hija mayor tuvo rubéola. Inmediatamente, quiso saber si ella también se había contagiado, pues una mujer gestante con rubéola tiene muchas posibilidades de que su hijo nazca con graves malformaciones congénitas. Los médicos le realizaron algunas pruebas y le dijeron que estaba sana, por lo que ella decidió no “interrumpir el embarazo”.

Nicolás nació al poco tiempo con graves trastornos: sordera, retinopatía, cardiopatía y problemas neurológicos.

Diez años después, sus padres demandaron a los médicos por el error cometido en el diagnóstico, argumentando que, de haberlo sabido, hubieran abortado, evitándole así al niño el sufrimiento de su discapacidad. Obtuvieron indemnizaciones por los perjuicios causados a ellos y a su hijo.

Es cierto que hubo un error médico, sin embargo, aunque los doctores hubieran diagnosticado bien, nada se habría podido hacer por Nicolás, salvo matarlo, según aseguran sus padres. Y esto es lo que en definitiva reconocen los Tribunales: Nicolás se ha visto perjudicado por el falso diagnóstico, ya que si los médicos hubieran dicho que su madre padecía rubéola, ésta lo hubiera abortado, y él se vería libre de sufrimientos.

Los padres afirman con ello que la vida de Nicolás es un “perjuicio” para ellos y para el propio niño y piden ser indemnizados.

Es evidente que se trata de un argumento sin pies ni cabeza. Si los médicos hubieran acertado en su diagnóstico, Nicolás se vería libre de su discapacidad porque no existiría, ya que sus padres lo habrían matado.

La sentencia que da la razón a los padres dice: "los fallos cometidos por el médico y el laboratorio impidieron a la madre ejercer la opción de interrumpir el embarazo a fin de evitar el nacimiento de un niño minusválido, por lo que éste puede demandar la reparación del perjuicio resultante de su minusvalía".

Con este fallo se abren muchas puertas terroríficas. No abortar o no recomendar el aborto de un niño minusválido podrá ser considerado delito. No diagnosticar una minusvalía en un feto, dará derecho a los padres a pedir una indemnización. Los niños que en el futuro nazcan con enfermedades congénitas podrán denunciar a sus padres por no haberlos abortado. Porque ahora hay un nuevo derecho, el “derecho a no nacer”.

Información que he encontrado en la web.

Sonsoles dijo...

¿quien tiene derecho a decidir quien vive y quien no? ¿de verdad ese ser humano no va a seguir el ritmo de la sociedad, o la sociedad no deberia pensar en cambiar el ritmo? muchas veces yo he sido frenada de hacer cosas por mis dificultades, tan simples como no poder bajar las escaleras sin barandilla, pero.... ¿quien es la sociedad para frenarme? hay muchos medios para que ese ser humano salga adelante.
Por no hablar de lo que han decidido o van a decidir de abrir la ley del derecho a decidir abortar o no a niñas de 16 años, alocadas que en su momento no saben ni que consecuencias pueda acarrear todo ello.