La petición de la asociación "Europa laica", nos ha dado pie para comentar algunos puntos decisivos sobre la presencia de la Iglesia y el cristiano en nuestra sociedad. Vamos hoy con el último, aunque en realidad es también parte del anterior. Efectivamente, no solamente pedían la derogación de los acuerdos con la Santa Sede, sino también el fin de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980. El último punto era únicamente demandar una ley para regular la libertad de conciencia.
Es significativo que se pidan juntas esas derogaciones en vez de solicitar que se cambie la actual ley por otra. La lectura de la vigente fácilmente hace ver que muy costosamente se puede mejorar. En ella, la libertad religiosa está tan ampliamente recogida que es uno de los textos legales del mundo en los que mejor está protegido este derecho. Incluso está prevista la posibilidad de apostatar, pese a lo cual, algunos piden el reconocimiento de ese derecho.
Pero los peticionarios de "Europa laica" solicitaban su derogación y la aprobación de una ley no de libertad religiosa, sino de libertad de conciencia. ¿Por qué será?
Reiteradamente se oye decir que la religión es una cuestión de conciencia, como no puede ser de otra manera. Pero las metonimias, cuando no se usan como figuras retóricas, sino como descripciones de la realidad, son una mutilación. La religiosidad humana y el derecho correspondiente, garantizado por la Constitución, es una cuestión de conciencia, pero no es algo en lo que intervenga solamente ésta.
La religiosidad es algo que abarca a toda la persona. Ciertamente a algunos les gustaría que fuera solamente un tema de conciencia para que pudiera quedar recluida en el ámbito privado. Pero la religión es algo personal y, por ello, algo que engloba a toda la persona, por consiguiente, todos los aspectos y facetas de ella. La religiosidad del hombre se hace patente en lo privado y en lo público, en la familia y en la sociedad, en el templo y en el foro público, en el culto y en la política.
El problema de la actual ley probablemente esté para algunos en lo ampliamente que está reconocida la libertad religiosa. Una ley que regule la libertad de conciencia afectará, sin duda, a la libertad religiosa, pero no la podrá abarcar totalmente porque la religiosidad va más allá de la mera conciencia, es personal.
Es más, la libertad religiosa, precisamente porque es personal, tiene una dimensión social. Al hablar de la libertad religiosa no solamente hablamos de los derechos de las personas, sino que este derecho tiene que ver también con la existencia y vida de las confesiones religiosas.
Regular la libertad de conciencia está bien, pero ni es incompatible con la libertad religiosa ni es suficiente para ésta. Y ahora una pregunta para pensar y debatir. Tiene que ver mucho, por ejemplo, con lo de EpC. ¿Se puede regular la objeción de conciencia? ¿No sería algo contradictorio? ¿Se podrían objetar motivos de conciencia contra una ley que regulara la objeción de conciencia? ¿Qué hay por encima de la propia conciencia?
4 comentarios:
Esta pregunta que haces es lo que se llama la autoreferencia, el hombre es autoreferent, las leyes deben involucrarse a si mismas y, yo creo ese es el kit de la cuestión: según como se formulen, pues todas caeran bajo una espada de doble filo..es como lo de perdonar y ser perdonado..
yo creo que has dado en el quiz de la cuestión con tus últimas preguntas , es decir estamos en el terreno de la paradoja más absoluta con esto de la onjección de conciencia . Cuando uno objeta contra la ley del aborto , que no significaba en un princiio legalizarlo sino despenalizarlo , recordemos que nació como DESPENALIZACIÓN de algo que se consideraba un crimen pero que por motivos socialesparecía un crimen mayor meter a una de sus principales víctimas en la cárcel . Ninguna madre quiere abortar sino que se ve presionada a ello.
ASí con todo , el mal se ha hecho camin en las conciencias y la paradoja conduce a la satanización de aquel que no fue engañado por el mal ... Cristo , y con Él , su Iglesia ...
yo creo que has dado en el quiz de la cuestión con tus últimas preguntas , es decir estamos en el terreno de la paradoja más absoluta con esto de la onjección de conciencia . Cuando uno objeta contra la ley del aborto , que no significaba en un princiio legalizarlo sino despenalizarlo , recordemos que nació como DESPENALIZACIÓN de algo que se consideraba un crimen pero que por motivos socialesparecía un crimen mayor meter a una de sus principales víctimas en la cárcel . Ninguna madre quiere abortar sino que se ve presionada a ello.
ASí con todo , el mal se ha hecho camin en las conciencias y la paradoja conduce a la satanización de aquel que no fue engañado por el mal ... Cristo , y con Él , su Iglesia ...
La conciencia aplica la ley de Dios al caso concreto.
Se debe respetar la libertad de las conciencias, pero esto no significa que la conciencia sea independiente de la ley divina.
Aquí la libertad conciste en ausencia de coacción para buscar la verdad, pero no independencia respecto a la verdad.
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